Alcaravanes en nuestro colegio; Reverdecer a Bogotá pasa por asumir compromisos reales frente a la biodiversidad urbana.
Introducción
En nuestro colegio escuchamos y observamos habitualmente un grupo de pájaros, ellos prefieren casi siempre la cancha de fútbol, su nombre común es alcaraván, los científicos lo denominan Vanellus chilensis, un miembro más de nuestra comunidad educativa. A propósito de la presencia en nuestro colegio de esta ave, conversamos con Catalina González Zamudio, profesional del Grupo de fauna silvestres de la Secretaría de Ambiente de Bogotá sobre esta especie y su significado en medio de nosotros.
Entrevistada: Catalina González Zamudio, Profesional del Grupo de fauna silvestre de la Secretaría Distrital de Ambiente
Entrevistador: Hno. José Edilson Espitia Barrera
¿Es común encontrar este tipo de aves en los colegios bogotanos?
Sí, es muy común encontrar esta especie (Vanellus chilensis) en colegios bogotanos, especialmente parejas anidando y protegiendo sus huevos o polluelos, ya que estos animales utilizan los ecosistemas urbanos y prefieren los campos abiertos con poca vegetación, como lo son las canchas de fútbol con grama, para el desarrollo de sus actividades reproductivas. Estos escenarios permiten a estas aves tener una buena visibilidad y defensa de sus territorios, que pueden alcanzar extensiones de hasta 7 hectáreas.
Adicionalmente, las canchas con grama proveen alimento para los adultos y polluelos. La dieta de estos individuos se compone de lombrices, larvas de coleópteros (insectos) y otros invertebrados que emergen durante las lluvias.
¿Cuál debería ser la actitud de las personas al descubrir que comparten espacios con especies silvestres como el Alcaraván?
Las personas deben primero que todo respetar el espacio de la fauna silvestre, aprovechar para reconocer y observar lo bellas que son, ellas constituyen una fuente de felicidad y deleite para mucha gente. Las aves silvestres son unas de las mayores riquezas de la biodiversidad colombiana y conocer las funciones importantes que ejercen en los ecosistemas de la ciudad, como controladoras de insectos, es el camino para poder proteger y conservar estas especies.
¡Las parejas de alcaraván son unos increíbles padres! siempre se mantienen cerca al nido con sus huevos o pichones para protegerlos. Si llega a presentarse un acercamiento de personas o perros, uno de los padres se levanta del suelo y vuela con la intención de golpear con los espolones de sus alas, hasta ahuyentar a quien se acerca, mientras que el otro se mantiene alerta junto a las crías.
Adicionalmente, ¡son maestros del engaño! suelen adoptar posturas y comportamientos en el suelo con el fin de confundir y engañar al intruso para alejarlo de las crías. Estas son las denominadas paradas de ataque y de falso nido.
La parada de ataque consiste en dirigirse al intruso de frente, caminar de un lado al otro gritando sin dejar de mirar el objetivo, agacharse, estirar la cabeza, igualando el cuello con la línea del lomo y las patas flexionadas, y cuando el Alcaraván está de frente al intruso en esta postura, se ve la gran mancha negra en el pecho, las alas abiertas mostrando los espolones rojos de los hombros y la cola ampliamente abierta, proyectando una imagen amenazante. En ese momento vuela hacia el intruso tratando de golpearle con los espolones, da un giro para aterrizar y ponerse nuevamente de frente y volver al ataque.
La parada del falso nido se realiza cuando el intruso está cerca al nido o a la cría y el adulto camina apresurado a otro lugar, para detenerse y bajar el cuerpo al suelo doblando las patas, posiblemente tratando de desorientar al intruso sobre la verdadera ubicación de las crías.
¿Qué acciones podemos emprender si se evidencia que el Alcaraván tiene su nido con huevos ...?
Las acciones que hay que adoptar son aquellas que están encaminadas a protegerlos de cualquier perturbación o amenaza durante el periodo de incubación, el cual puede durar unos 27 días, más unos 10 de maduración de los polluelos antes de que abandonen el nido.
Lo más importante es observarlos a una distancia mínima de10 metros para no molestarlos, no realizar actividades deportivas en canchas si este es el caso durante el periodo de anidamiento y no destruir el hábitat en el que se encuentran.
En algunos casos, es útil poner una cinta de precaución alrededor del nido, a unos 15 m de distancia para evitar que se acerquen personas.
¿Qué mensaje podemos transmitir a los niños y jóvenes del Colegio De La Salle frente a la presencia de la biodiversidad urbana?
La biodiversidad urbana y en especial la presencia de animales silvestres en nuestros entornos nos permite apreciar la gran riqueza natural que hay en la ciudad, por eso debemos ser responsables y respetar su espacio, no hacer ruidos ni movimientos fuertes cerca de ellos, no alimentarlos ya que puede ser nocivo para su salud y dejar que realicen sus procesos naturales.
Debemos reconocer su valor, protegerlos y conservarlos.
¿Qué tanto saben los bogotanos de la naturaleza urbana y cuál es el estilo que caracteriza al ciudadano que favorece la protección y cuidado de la naturaleza?
La Secretaría Distrital de Ambiente realiza un trabajo permanente para que los bogotanos conozcan y aprecien la fauna silvestre nativa de la ciudad.
En la página web de la entidad (Ambiente Bogotá) pueden encontrar charlas sobre las diferentes especies, actividades en varios puntos de la ciudad para visibilizar la fauna local y resaltar sus funciones ecológicas. La educación ambiental ayuda a conservar y proteger los animales silvestres que se encuentran en Bogotá.
¿Cuántas especies silvestres bogotanas tienen que rescatar o reubicar en un territorio como el de Bogotá?
Son numerosas las especies silvestres y migratorias que son rescatadas en el área urbana de Bogotá, dentro las que se destacan la tingua azul (Porphyrio martinica), la serpiente sabanera (Atractus crassicaudatus), el colibrí chillón (Colibri coruscans), el curí nativo (Cavia aperea), la torcaza (Zenaida auriculata), la rana sabanera (Dendropsophus molitor), la zarigüeya orejiblanca (Didelphis pernigra), el currucutú (Megascops choliba), el chotacabras (Systellura longirostris), el chamón (Molothrus bonariensis), el búho orejudo (Asio stygius), el halcón maromero (Elanus leucurus), el copetón (Zonotrichia capensis), el alcaraván (Vanellus chilensis), el murciélago rojo (Lasiurus blossevillii), la mirla patinaranja (Turdus fuscater), la comadreja (Mustela frenata), el gallinazo (Coragyps atratus), entre otros.
Si deseas contribuir al cuidado de la biodiversidad urbana te invitamos a unirte al proyecto de ciencia participativa del Colegio De La Salle el cual fue creado en 2019 empleando la plataforma iNaturalist para el monitoreo de la biodiversidad presente en el Colegio De La Salle. Este inicia con el "Proyecto de Conservación de la Serpiente Sabanera "Atractus crassicaudatus" en el Colegio De La Salle", presentado en el V Congreso Colombiano de Zoología como una iniciativa compartida en el I Simposio de Experiencias de Conservación desde la Educación Básica. Este emprendimiento es asumido por los miembros del Semillero de Investigación del Colegio De La Salle para inventariar y generar estrategias de monitoreo y conservación de la Biodiversidad Urbana presente en esta parte de la Ciudad.
En esta iniciativa encuentras grabaciones de cantos y fotografías del Alcaraván, Vanellus chilensis y otras especies de la biodiversidad urbana que están presentes en nuestro colegio.